La imagen corporal es una preocupación común para muchas personas, pero en algunos casos puede desarrollarse una condición más grave conocida como dismorfia corporal. Esta afección psicológica se caracteriza por una preocupación obsesiva y excesiva por defectos percibidos en la apariencia física, incluso cuando no existen o son mínimos. En este artículo, exploraremos en profundidad qué es la dismorfia corporal, sus posibles causas y síntomas, y qué enfoques de tratamiento se utilizan para ayudar a quienes la padecen.

¿Qué es la dismorfia corporal?


La dismorfia corporal, también conocida como trastorno dismórfico corporal (TDC) o "trastorno de la imagen corporal", es una condición mental en la cual una persona se obsesiona con defectos percibidos en su apariencia física. Estos defectos pueden ser imaginarios o mínimos, pero para quienes padecen esta afección, se convierten en una fuente de ansiedad y angustia significativas.

Síntomas de la dismorfia corporal


Los síntomas de la dismorfia corporal pueden variar de una persona a otra, pero generalmente incluyen:

1. Preocupación excesiva por un defecto o defectos percibidos en la apariencia física, como la piel, el cabello, la nariz, los ojos, los senos, los músculos, etc.
2. Comportamientos compulsivos, como mirarse repetidamente en el espejo, compararse con los demás, ocultar o cubrir las áreas percibidas como defectuosas, buscar validación o reassurance constante.
3. Evitar situaciones sociales o actividades que puedan exponer los supuestos defectos.
4. Sentimientos intensos de ansiedad, depresión, vergüenza o baja autoestima relacionados con la apariencia física.
5. Dificultades en las relaciones interpersonales debido a la preocupación constante por la apariencia.

Causas de la dismorfia corporal


Aunque la causa exacta de la dismorfia corporal no se conoce con certeza, se cree que existe una combinación de factores genéticos, neuroquímicos y ambientales que contribuyen a su desarrollo. Algunos posibles factores de riesgo pueden incluir una historia familiar de trastornos de ansiedad o dismorfia corporal, experiencias traumáticas relacionadas con la apariencia física o presiones culturales y sociales para cumplir con estándares de belleza poco realistas.

Tratamiento de la dismorfia corporal


El tratamiento de la dismorfia corporal generalmente involucra una combinación de enfoques terapéuticos, que pueden incluir:

1. Terapia cognitivo-conductual (TCC):

La terapia cognitivo-conductual es una forma de psicoterapia que se ha demostrado efectiva en el tratamiento de la dismorfia corporal. En este enfoque, el terapeuta trabaja con el individuo para identificar y desafiar los pensamientos distorsionados y las creencias negativas relacionadas con la apariencia física. Se exploran los patrones de pensamiento automáticos y se reemplazan por pensamientos más realistas y adaptativos. La terapia también se centra en el desarrollo de habilidades para manejar la ansiedad, como la relajación y la respiración controlada. Además, se pueden realizar ejercicios de autorreflexión para mejorar la autoestima y la aceptación personal.

2. Terapia de exposición y prevención de respuesta (ERP):

La terapia de exposición y prevención de respuesta es otro enfoque comúnmente utilizado en el tratamiento de la dismorfia corporal. Consiste en exponer gradualmente a la persona a las situaciones que desencadenan su ansiedad relacionada con la apariencia física, permitiendo que experimente la ansiedad sin recurrir a los comportamientos compulsivos de respuesta. Por ejemplo, una persona que se preocupa por un supuesto defecto en su rostro puede enfrentar la situación de mirarse en un espejo sin realizar rituales de inspección excesiva. A medida que se enfrentan a estas situaciones y resisten las respuestas compulsivas, las personas aprenden que sus temores son infundados y que pueden tolerar la ansiedad sin recurrir a comportamientos evitativos.


3. Medicación:

En algunos casos, los medicamentos pueden ser recetados como parte del tratamiento para la dismorfia corporal. Los antidepresivos, en particular los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), han demostrado ser útiles en el manejo de la ansiedad y los síntomas depresivos asociados con la dismorfia corporal. Los estabilizadores del estado de ánimo, como el ácido valproico o la lamotrigina, también pueden ser considerados en ciertos casos. Es importante tener en cuenta que los medicamentos deben ser recetados y supervisados por un profesional de la salud mental, y su uso debe combinarse con otras formas de terapia, como la TCC o la ERP.


4. Apoyo psicosocial:

El apoyo psicosocial desempeña un papel importante en el tratamiento de la dismorfia corporal. Esto puede incluir el apoyo de familiares y amigos comprensivos, quienes pueden brindar apoyo emocional y fomentar un entorno de aceptación. Participar en grupos de apoyo o comunidades en línea también puede ser beneficioso, ya que permite a las personas compartir experiencias similares y recibir apoyo mutuo. Estos grupos proporcionan un espacio seguro para hablar sobre los desafíos y las emociones asociadas con la dismorfia corporal, y pueden ofrecer consejos prácticos y recursos adicionales.

Es importante destacar que el tratamiento para la dismorfia corporal debe ser personalizado y adaptado a las necesidades individuales de cada persona. Es recomendable  buscar ayuda profesional de un psicólogo o psiquiatra especializado en trastornos de imagen corporal para recibir una evaluación completa y un plan de tratamiento adecuado. La combinación de diferentes enfoques terapéuticos, junto con el apoyo social, puede brindar el mejor resultado en el manejo de la dismorfia corporal y promover una mejor calidad de vida.


Conclusión


La dismorfia corporal es una condición debilitante que puede afectar significativamente la calidad de vida de quienes la experimentan. Sin embargo, con el tratamiento adecuado, es posible aliviar los síntomas y aprender a tener una relación más saludable con la apariencia física. Si sospechas que tú o alguien que conoces puede estar padeciendo dismorfia corporal, te animo a buscar el apoyo de profesionales de la salud mental capacitados, quienes pueden brindar el tratamiento adecuado y ayudar en el camino hacia la recuperación.

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