La fobia social se caracteriza por el miedo a sufrir vergüenza o humillación en situaciones sociales. Como consecuencia de este miedo, se evitan las situaciones donde uno debe "actuar" y someterse al examen de los demás- En cierto sentido, la fobia social es una forma extrema de "ansiedad de desempeño". A algunas personas el solo hecho de pensar en situaciones temidas puede provocarles una ansiedad seria e incluso ataques de pánico.

 

Las formas suaves de la fobia social son muy comunes. El miedo a hablar en público, a veces mencionado como "miedo escénico" por parte de actores y músicos, probablemente es la fobia social más común. Otras formas comunes incluyen la dificultad para utilizar los cuartos de baño públicos, el miedo a escribir el nombre de uno o firmar en presencia de otros, la dificultad para comer o beber en público y el temor a ruborizarse.

Evitación de Situaciones Sociales

Fobia social

El fóbico social muestra una gran ansiedad y tiende a evitar situaciones en las que entra en contacto con otras personas, especialmente las referidas anteriormente de hablar en público, ser observados a la hora de comer, beber o escribir delante de otros o hablar con personas de mayor autoridad. Los motivos son entre otros verse visto por los demás como inseguro o torpe, ruborizarse o la sensación de verdadero terror ante la posibilidad de ser ridiculizado o desaprobado por los demás.

Existe un gran numero de situaciones sociales en las que muchas personas pueden sufrir nervios, como a la hora de hacer una entrevista de trabajo o hablar en público, sin que por ello exista ningún trastorno de ansiedad. Además, el nivel de ansiedad que sufren las personas dependerá proporcionalmente de la trascendencia que tenga para ellos la situación, como por ejemplo, la primera cita con alguien que le guste o pedir un aumento de sueldo, haciendo que una vez que se repita esa conducta, la ansiedad se vaya reduciendo. La mayoría de los miedos sociales que son comunes en la adolescencia tienden a desaparecer en la edad adulta a medida que la persona va adquiriendo experiencia.

Sin embargo, el nivel de ansiedad una persona con fobia social es desproporcionado con respecto a la amenaza real y no se reduce con la experiencia. La ansiedad tiende a persistir, generando un alto grado de malestar en el individuo y dificultades para adaptarse a los contextos sociales, con la consiguiente evitación que acaba perpetuando la ansiedad. Las personas con fobia social muestran un estilo comunicativo inhibido caracterizado por esquivar la mirada, sonrojarse y en definitiva, un comportamiento pasivo; lo que da lugar a que otras personas muestren poco interés por él e incluso desaprobación, lo que acrecienta el problema, incrementando el nivel de ansiedad y los sentimientos de inseguridad.

Importancia de las Distorsiones Cognitivas

Los pensamientos tienen un papel muy relevante en el desarrollo de la fobia social, produciendo errores de interpretación o valoración y fallos en la memoria o en la atención. Entre los factores cognitivos más destacados están:

  • infravalorarse, minusvalorando las propias capacidades ante determinadas situaciones sociales.
  • centrar la atención en los aspectos negativos, atribuyéndolos a la conducta propia.
  • estar excesivamente pendiente de la opinión de los demás, temiendo la desprobación o el rechazo e interpretando cualquier gesto como símbolo de ello.
  • rememorar continuamente las experiencias negativas de relación social y maximizarlas al tiempo que se infravaloran las postivas.
  • centrarse en uno mismo de forma excesiva.
  • sobreestimar la posibilidad de que ocurran acontecimientos negativos y anticipar consecuencias negativas en la relación con otros.

Este tipo de pensamientos pueden resultar tan importantes y generar tan alto nivel de ansiedad que impiden a la persona comportarse de forma exitosa en situaciones sociales, a pesar de conocer bien el repertorio de conductas.

Tipos de Fobia Social

Podemos distinguir entre dos tipos de fobia social:

  • Ansiedad social específica. Refiriéndose a situaciones o estímulos muy concretos. El miedo más frecuente es a hablar en público, pudiendo darse otras conductas como orinar en baños públicos, comer en compañía de otros, ser observado mientras se escribe, etc. El único que puede ser más frecuente que la fobia social generalizada es hablar en público.
  • Ansiedad social generalizada. Se da ante un alto número de situaciones y estímulos sin referirse a ninguno en concreto, como miedo a mantener conversaciones o iniciarlas, hablar con personas de autoridad o de otro sexo, tener citas, etc. El individuo con este tipo de temores sociales tiende a restringir su vida social evitando numerosas situaciones.

Limitaciones Producidas por la Ansiedad Social

Este tipo de fobia genera serias limitaciones antes numerosas situaciones de la vida cotidiana, apareciendo además una ansiedad anticipatoria mucho antes que la persona tenga que afrontar la situación. A veces, se produce un círculo vicioso en el que la ansiedad anticipatoria genera una gran cantidad de síntomas corporales y pensamientos distorsionados que limitan el rendimiento en la situación real y, a su vez, incrementan la ansiedad anticipatoria, ...

La fobia social puede desembocar en otros trastornos de ansiedad más graves como la agorafobia; en casos de depresión, que suponen el 50% de los casos de fobia social; así como en alcoholismo (entre el 40% y 50%) dada la tendencia de la fobia social a utilizar el alcohol para afrontar la situaciones temidas.

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