Reconocer el chantaje emocional no siempre es fácil, mucho menos cuando proviene de alguien a quien queremos. De hecho, existen diversos tipos o estrategias de chantaje emocional que pueden confundirnos. En términos generales, se trata de una forma de violencia o maltrato que consiste en una manipulación psicológica o emocional que se vale del miedo, la obligación o la culpa como dinámicas transaccionales de la relación entre dos personas.

El chantajista emocional busca tomar el control, el poder u obtener beneficios a costa de su víctima. Es una conducta que suele darse entre familiares y seres queridos y que se presenta con cierta frecuencia en las relaciones de pareja.

De una forma leve, todos nos vemos sometidos a situaciones de este cariz en alguna ocasión, ya sea con un papel u otro. Pero nos referimos al chantaje emocional para definir aquellos casos graves, en los que se ha convertido en un hábito y un rasgo de la dinámica de relación.

¿Qué señales nos pueden ayudar a reconocer el chantaje emocional?

Como avanzábamos al principio, reconocer el chantaje emocional es una cuestión delicada. Cuanto más estrecha sea la relación, más vulnerables podemos ser a este tipo de conducta y menos la detectaremos, ya que nos preocupará la felicidad de esa persona y no seremos capaces de asumir que tenga una actitud tan egoísta.

Algunas características de este tipo de maltrato psicológico que nos pueden poner sobre la pista son las siguientes:

  • El chantajista emocional es una persona manipuladora, insegura y llena de miedos, con baja tolerancia a la frustración, que no soporta recibir una negativa por respuesta y que reacciona con amenazas o conductas victimistas cuando las cosas no son como ella quiere. Busca que la otra persona se sienta culpable para que ceda y que se satisfagan sus exigencias.
  • La manipulación se realiza con mentiras, excusas, ocultando información, exagerando, poniendo excusas, levantando la voz como forma de manipulación agresiva.
  • El chantaje emocional puede adoptar la forma de queja constante que te responsabiliza a ti de todas las cosas que no funcionan bien.
  • Las personas que ejercen el chantaje emocional suelen responsabilizar a los demás de culpas que les corresponden a ellas.

Por otro lado, si estás siendo víctima de una situación de chantaje emocional, es posible que hayas incorporado cambios en tu conducta que son producto de dicho chantaje. Por ejemplo:

  • Has perdido amistades por su influencia.
  • Sientes una fuerte presión por agradar a tu pareja o ser querido.
  • Tienes miedo a estar haciendo las cosas mal.
  • Tu autoestima se está resintiendo.
  • Siempre tienes que ceder tú.
  • Te sientes

¿Cómo actuar ante el chantaje emocional?

Las pautas generales para manejar el chantaje emocional son las siguientes:

  • Detectar y reconocer el chantaje emocional: ser consciente del problema ante conductas de este tipo, sobre todo si son reiteradas y prolongadas en el tiempo.
  • Responder con asertividad: sin miedo a decir que no.
  • Poner límites: no dejar que el chantaje marque la relación, exponerle los sentimientos que nos genera su conducta de forma clara y racional. Tener claras las líneas rojas que la otra persona no puede cruzar.
  • Establecer prioridades: tener claras nuestras prioridades y decisiones; nadie puede ni debe hacerlo por nosotros.
  • La comunicación debe ser honesta: sin miedo a expresarnos, ni nadie que nos exija sacrificios. Debes aclararle tus sentimientos, dejando claros también tus necesidades y tus deseos.
  • Replantear la relación: a veces, determinadas ideas preconcebidas compartidas sobre cómo debe ser una relación la convierten en una relación tóxica (por ejemplo, que el amor debe vivirse con sacrificio, que los celos son una prueba de amor, etc.). Hay que cambiarlas por otras ideas mejor adaptadas y saludables.
  • Ganar tiempo: dilatar la respuesta, reflexionar ante las presiones o exigencias para tomar distancia y responder con calma.

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