En realidad, cuando hablamos de terapia del apego nos referimos a una serie de modelos de intervención basados en la teoría del apego. Esta teoría tiene cada vez más repercusión en el contexto terapéutico.

A mediados del siglo XX, los estudios de Bowlby y Ainsworth identificaron diferentes tipos de apego relacionados con el vínculo entre el principal cuidador y el menor y su influencia en la vida adulta.

Los estilos de apego aprendidos generan en la persona unos modos de regulación emocional ante los acontecimientos estresantes que se convierten en estrategias de adaptación.  

Qué aporta la teoría del apego a la terapia

Esta teoría ofrece un mejor entendimiento de la evolución psicopatológica y proporciona relaciones terapéuticas más sinceras. Permite comprender mejor la historia del paciente y forjar un marco terapéutico más seguro y funcional.

Parte de la base de que, dependiendo del ambiente afectivo infantil vivido y de las relaciones establecidas con padres o cuidadores, la persona se encuentra mejor o peor preparada para la gestión emocional de sus acontecimientos vitales.

Cómo se plantea la terapia del apego

La terapia del apego intenta fomentar ambientes de apego seguro durante la relación terapeuta-paciente. El apego seguro se fundamenta en la receptividad emocional, la empatía y el apoyo incondicional. Repercute en una mejor gestión emocional, mejor autoestima, mayor autonomía, relaciones interpersonales más sanas, etc.

De esta forma, el paciente accede a un modelo más funcional que el que había integrado en su día a día, y descubre nuevas formas de ubicarse en el mundo y en su propia vida que le permiten ser más flexible en sus respuestas frente al estrés. En definitiva, encuentra un modelo más adaptativo que no experimentó, o con el que tuvo muy poca relación, durante su infancia.

La terapia del apego basa su trabajo en:

  • Las experiencias vinculares integradas en la personalidad.
  • La capacidad de regulación emocional por parte del paciente.
  • Las motivaciones a nivel consciente e inconsciente.
  • La alianza terapéutica (como base segura).

Algunos ejemplos de terapias de apego

Círculo de Seguridad Parental

Desarrollado por Hoffman, cooper y Powell, es un programa para guiar a padres que quieren establecer una relación de apego seguro con sus hijos. En un tipo de intervención de carácter preventivo, cuyo objetivo principal es que el niño se sienta seguro en la relación, con unos referentes afectivos claros que atienden sus necesidades físicas y emocionales.

La figura de protección es la que permite que el círculo DAR-ESTAR-PROTEGER se complete.

Terapia basada en la mentalización

Para Fonagy y Bateman el concepto de mentalización es la capacidad de las personas para interpretar los sentimientos y conductas propios y de sus semejantes. En el centro de la intervención está la capacidad de la madre para pensar en su hijo como una persona con sentimientos, necesidades y deseos propios. Se basa claramente en la teoría del apego y la regulación emocional.

En este modelo de terapia el objetivo es que la persona tome consciencia de esos automatismos que han marcado sus relaciones afectivas y que han definido su forma de estar en el mundo, sentirlo y pensarlo. Y también de aquellos procesos que han sido deficitarios en esa construcción de su universo emocional.

Se trata de una terapia muy adecuada para trastornos de personalidad, traumas y patrones desadaptativos de regulación emocional.

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