El trastorno facticio, también conocido como síndrome de Münchausen, es un trastorno psicológico poco común pero intrigante que involucra la falsificación intencional o la producción de síntomas físicos o psicológicos en uno mismo. Las personas que sufren de trastorno facticio se esfuerzan por asumir el papel de un paciente enfermo con el fin de recibir atención médica y cuidados.

Este trastorno se diferencia de otras condiciones en las que los síntomas son genuinos, ya que en el trastorno facticio los síntomas son deliberadamente inducidos o exagerados. Las personas con este trastorno pueden inventar síntomas, como dolor, fiebre, convulsiones u otros problemas médicos, o pueden incluso manipular pruebas médicas para respaldar sus afirmaciones falsas. Pueden buscar atención médica innecesaria, someterse a cirugías no necesarias o tomar medicamentos para simular enfermedades.

Es importante destacar que las personas con trastorno facticio no están fingiendo sus síntomas con el objetivo de obtener algún beneficio externo, como dinero o tiempo libre. A diferencia de la simulación, donde una persona simula síntomas para obtener beneficios tangibles, las personas con trastorno facticio buscan principalmente la atención y el cuidado que reciben al ser tratadas como pacientes enfermos.

Aunque las causas exactas del trastorno facticio no se conocen con certeza, se cree que puede estar relacionado con factores psicológicos y emocionales subyacentes. Algunas teorías sugieren que las personas con este trastorno pueden haber experimentado una atención médica excesiva o insuficiente durante su infancia, lo que puede haber llevado a una búsqueda de atención médica a través de la simulación de síntomas.

El diagnóstico del trastorno facticio puede ser complicado, ya que las personas que lo padecen suelen ser hábiles para engañar a los profesionales de la salud. Además, a menudo niegan o minimizan sus acciones y pueden cambiar de médico con frecuencia para evitar ser descubiertos. Sin embargo, los médicos suelen sospechar del trastorno facticio cuando hay discrepancias inexplicables entre los síntomas y los resultados de las pruebas médicas, o cuando los síntomas son inconsistentes o no responden al tratamiento.

El tratamiento del trastorno facticio suele implicar una combinación de enfoques terapéuticos, como terapia cognitivo-conductual (TCC) y terapia psicodinámica. Estas terapias ayudan a abordar los factores subyacentes que contribuyen al trastorno y a desarrollar estrategias para manejar la necesidad de atención médica y la búsqueda de síntomas.

Es importante destacar que el tratamiento del trastorno facticio puede ser complicado debido a la falta de conciencia y resistencia al cambio por parte de las personas que lo padecen. Además, es fundamental que los profesionales de la salud adopten un enfoque compasivo y empático al tratar a estos pacientes, ya que su necesidad de atención médica y cuidado puede estar arraigada en dificultades emocionales más profundas.

En resumen, el trastorno facticio es un trastorno psicológico en el que las personas falsifican o inducen deliberadamente síntomas médicos con el fin de asumir el papel de un paciente enfermo y recibir atención médica. Aunque las causas exactas no están claras, se cree que factores psicológicos y emocionales subyacentes desempeñan un papel en el desarrollo de este trastorno. El tratamiento implica terapia para abordar los factores subyacentes y desarrollar estrategias saludables de afrontamiento.

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