Cómo superar el insomnio es una preocupación que afecta a gran parte de nuestra sociedad. El sueño es fundamental para que podamos asumir nuestras obligaciones cotidianas y los trastornos en el mismo son fuente de interferencias en cualquier parcela de nuestra vida. El insomnio es causa de irritabilidad, ansiedad, depresión, dificultades de atención y concentración, accidentes…

En términos generales, el trastorno del insomnio impide conciliar el sueño o provoca que la persona se despierte demasiado temprano y no pueda volver a dormirse.

Causas del insomnio

  • Psicológicas: la causa psicológica principal del insomnio es el estrés. Los trastornos de sueño correlacionan con problemas de ansiedad y depresión.
  • Malos hábitos de sueño: inestabilidad de horarios, siestas demasiado largas, abuso de excitantes como la cafeína, etc.
  • Causas médicas: apnea del sueño, problemas digestivos, respiratorios, dolores, etc.
  • Causas transitorias: rupturas y pérdidas de seres queridos, problemas laborales, quebraderos de cabeza…

Consecuencias

El insomnio hace que nos encontremos más cansados durante el día, conlleva problemas de concentración y cambios en nuestro carácter que, generalmente, se vuelve más irritable. Afecta a nuestra salud, a nuestro estado de ánimo, al rendimiento en el trabajo o los estudios, a nuestras relaciones con familiares y amigos, etc.

¿Qué tipos de insomnio existen?

  • Insomnio de conciliación: cuando nos acostamos y no conseguimos dormirnos.
  • Insomnio de despertares múltiples: no es posible dormir las horas seguidas necesarias. El sueño resulta demasiado ligero, no es reparador, nos despertamos varias veces a lo largo de la noche y nos cuesta volver a dormir.
  • Insomnio de despertar precoz: cuando la persona se despierta varias horas antes de lo deseado.

¿Cuál es el tratamiento para superar el insomnio?

El tratamiento psicológico orientado a superar el insomnio está basado en cuatro pilares fundamentales:

  • Higiene del sueño: en primer lugar, hay que revisar las costumbres y los hábitos de sueño, para corregirlos. Tanto los que afectan a sus horarios, rutinas y condiciones (por ejemplo, evitar el móvil en la cama, usar colchones y almohadas cómodos, control de luz y temperatura, etc.) como a los que suceden durante el resto del día (evitar o controlar el café, refrescos de cola, alcohol, bebidas energéticas, las siestas largas, hacer ejercicio, mantener rutinas durante el día, etc.).
  • Ejercicios de relajación: es útil hacer ejercicios de respiración para controlar la ansiedad, al acostarse pero también a lo largo del día. Suponen una gran ayuda para ayudar a coger el sueño
  • Terapia cognitivo-conductual: mediante la terapia cognitivo-conductual puedes eliminar o reducir aquellos pensamientos y creencias erróneas que te perturban y te impiden conciliar el sueño. El insomnio es proclive a la rumiación cognitiva y la generación de pensamientos pesimistas. De esta forma, puedes identificarlos y reestructurarlos con otras interpretaciones que rebajen su ansiedad y conseguir mayor bienestar y tranquilidad.
  • Técnica de restricción del sueño: esta técnica consiste en limitar el tiempo que se pasa en la cama con el objetivo de recuperar un patrón de sueño reparador. Haya dormido bien o mal, el paciente debe mantener constante el número de horas que permanece acostado en la cama. Así, se aumenta la presión del sueño.

Si tienes un problema de insomnio que interfiere con tus actividades diarias, podemos ayudarte a identificar la causa y plantear un tratamiento efectivo.

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