La supervisión terapéutica es una parte indispensable en el proceso de la formación del psicoterapeuta, sobre todo durante los primeros tiempos de su ejercicio profesional.

Cumple la función de corregir errores que puedan cometer los terapeutas, antes de que estos se traduzcan en consecuencias negativas para su paciente.

Garantiza la calidad de la intervención y sus procedimientos en la psicología clínica. Se considera una acción de tutela educadora, de transmisión de conocimiento y orientadora.

La supervisión terapéutica sirve de ayuda para el desarrollo de habilidades y recursos por parte del psicólogo.

Por otro lado, esta herramienta de control entre terapeutas, esencial dentro de la práctica clínica, representa un apoyo para el profesional y una inmersión más gradual en puestos de alta responsabilidad.

Supervisión terapéutica para el psicólogo novato, pero también para el veterano

La mayor parte de los terapeutas se plantean con frecuencia la necesidad de supervisión. Los novatos necesitan corregir sus errores, pero los veteranos pueden necesitar también resolver sus dudas. Esto ocurre cuando se enfrentan con casos difíciles de resolver o cuando creen que sus competencias se han visto desbordadas.

En el caso de los terapeutas experimentados puede ocurrir que pierdan la perspectiva ante determinados casos o situaciones, especialmente cuando estos coinciden circunstancias comprometidas de su vida personal, como periodos de estrés, duelos, cambios importantes en su vida, etc.

Supervisión para el profesional, pero también para el estudiante

En el caso de la supervisión para estudiantes, esta se integra en la formación para que estos puedan aprender cómo se realiza la psicoterapia. Se trabaja sobre casos de riesgo bajo, de manera que el supervisor pueda supervisar interviniendo lo justo.

Con los estudiantes se suele recurrir a la supervisión online a través de Skype, zoom u otras plataformas, o se realiza una tutela presencial a través una cámara de Gesell (espejo opaco por un lado y transparente por el otro), o después de la sesión mediante el relato del supervisado.

Cómo se desarrolla la supervisión terapéutica

La supervisión terapéutica consiste en la presencia de un profesional experto que analiza las sesiones mediante un examen continuo de la intervención y del profesional supervisado. Las principales funciones del supervisor son las siguientes:

  • Análisis del contenido de la sesión.
  • Evaluación de los procesos de transferencia y contratransferencia (conceptos provenientes del psicoanálisis que se refieren al vínculo emocional bidireccional que se establece en la relación terapéutica entre psicólogo y paciente).
  • Supervisión de las estrategias empleadas.
  • Orientación en cuanto al contenido práctico y teórico.
  • Escucha y observación activas.
  • Estudiar las hipótesis del supervisado y ponerlas en cuestión.
  • Motivación del terapeuta supervisado.
  • Facilitar el aprendizaje.

Principales beneficios de contar con una supervisión experta

  • Ofrece un punto de referencia.
  • Facilita la integración de conocimientos.
  • Incentiva el análisis.
  • Enriquece la práctica terapéutica
  • Aporta diferentes puntos de vista.
  • Fomenta el autoconocimiento.
  • Libera tensiones.
  • Promueve la empatía.
  • Favorece el aprendizaje experiencial.

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